Un potente sismo de magnitud 7,4 sacudió la costa oriental de Rusia en la madrugada del viernes, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se localizó a una profundidad de 39,5 kilómetros, lo que aumentó el riesgo de impacto en las zonas costeras cercanas a la península de Kamchatka.
Tras el evento, el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitió una advertencia ante la posibilidad de olas peligrosas. No obstante, hasta el momento no se han registrado daños en infraestructuras ni personas lesionadas.
En Japón, país con amplia experiencia en gestión de desastres naturales, la Agencia Meteorológica descartó la necesidad de emitir una alerta de tsunami. La cadena pública NHK informó que no se prevén riesgos significativos en el territorio japonés.
Inicialmente, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico alertó sobre la posible formación de olas peligrosas en un radio de 300 kilómetros desde el epicentro. Sin embargo, horas más tarde, el organismo confirmó que la amenaza había cesado. Aunque varios países activaron protocolos preventivos, no se reportaron víctimas fatales y los daños materiales fueron mínimos.
Información El Tiempo
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