La guerra entre Israel y Hamás escaló dramáticamente, con el ejército israelí anunciando este martes el inicio de una ofensiva terrestre ampliada en Ciudad de Gaza. La operación, que busca «destruir la infraestructura militar de Hamás», avanza a pesar de un nuevo informe de las Naciones Unidas que acusa a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en la Franja.
El portavoz militar israelí, Avichay Adraee, confirmó la operación, siguiendo las declaraciones del ministro de Defensa, Israel Katz, quien aseguró que «Gaza está ardiendo». Aunque no se ha establecido un calendario, los medios israelíes sugieren que la ofensiva podría durar meses, alejando aún más la posibilidad de un alto el fuego.
Al mismo tiempo que la ofensiva se intensifica, una comisión de investigación de la ONU, liderada por la exjefa de derechos humanos Navi Pillay, concluyó que existen «motivos razonables» para creer que Israel está cometiendo genocidio. El informe de 72 páginas cita cuatro de los cinco actos genocidas definidos por el derecho internacional: matar a miembros de un grupo, causarles graves daños físicos y mentales, infligir deliberadamente condiciones para destruirlos e impedir nacimientos.
El análisis de la comisión de la ONU cita como prueba de la intención genocida las declaraciones de líderes israelíes, incluyendo al primer ministro Benjamin Netanyahu, así como los bloqueos a la ayuda humanitaria, el desplazamiento forzado y la destrucción de infraestructura crítica. «La responsabilidad de estos crímenes atroces recae en las más altas esferas de las autoridades israelíes», afirmó Pillay.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel rechazó categóricamente el informe, calificándolo de «distorsionado y falso» y acusando a la comisión de ser un «representante de Hamás».
La diplomacia en la cuerda floja
Mientras la guerra se intensifica, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, llegó a Qatar para reunirse con su emir, en un intento por mediar en un conflicto que se agrava. Antes de su partida de Israel, Rubio insinuó que la ofensiva sobre Ciudad de Gaza ya había comenzado. «Creemos que tenemos una ventana de tiempo muy corta en la que se puede llegar a un acuerdo», declaró. «Ya no tenemos meses, y probablemente tengamos días y tal vez unas pocas semanas».
Aunque las naciones árabes y musulmanas denunciaron los ataques de Israel en una cumbre, no tomaron medidas concretas, lo que subraya la dificultad de presionar a Israel. Sin embargo, la retórica se ha endurecido en la región; Egipto, por ejemplo, se refirió a Israel por primera vez en años como el «enemigo».
Información de AP y El Mundo
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