El gobierno de Donald Trump ha iniciado una investigación sobre el posible vínculo entre el uso de Tylenol (acetaminofén) durante el embarazo y un mayor riesgo de autismo en los niños. Funcionarios federales de salud planean advertir a las mujeres embarazadas que eviten este medicamento en las primeras etapas del embarazo, a menos que sea estrictamente necesario para tratar la fiebre.
La decisión se basa en estudios recientes realizados por investigadores de Mount Sinai y Harvard, que sugieren una relación potencial entre la exposición temprana al Tylenol y un incremento en la incidencia de autismo.
Paralelamente, la administración Trump está promoviendo el uso de leucovorina como posible tratamiento para mejorar la comunicación y la comprensión de niños con autismo, apoyándose en ensayos clínicos que han mostrado resultados prometedores.
El presidente Trump ha expresado su preocupación por el aumento de los casos de autismo en Estados Unidos y ha encargado a sus colaboradores encontrar respuestas efectivas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) revisa actualmente la información que podría acompañar al medicamento leucovorina, mientras que el Instituto Nacional de Salud (NIH) lanzó una iniciativa de ciencia de datos sobre autismo, con 13 equipos recibiendo subvenciones para investigar las causas y tratamientos de la condición.
Esta medida marca un paso importante en la búsqueda de políticas de prevención y tratamiento del autismo, y podría tener un impacto directo en las recomendaciones para mujeres embarazadas en todo el país.
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