Lo que antes era un 7-Eleven junto a la gasolinera Mobil en 3101 W. Commercial Boulevard, Tamarac, ahora funciona como supermercado. Pero su debut no fue precisamente limpio. Una inspección del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida reveló una escena insalubre: roedores mordisqueando alimentos, excrementos en la cafetería y comida caliente a temperaturas peligrosas.
El inspector Timothy O’Neil emitió varias órdenes de suspensión de uso tras encontrar trampas para roedores, bolsas de panecillos y barras de granola mordidas, además de basura, bebidas derramadas y paquetes de comida vieja bajo la cafetería.
Infestación y comida en riesgo
La cafetería y las áreas abiertas de procesamiento fueron clausuradas. Si en la próxima inspección se detecta nueva evidencia de plagas, todo el establecimiento podría quedar inhabilitado para recibir alimentos, procesarlos o venderlos.
También se suspendió el uso de un rodillo de alimentos por acumulación de carbón y restos. Los productos calientes listos para comer —hot dogs, alitas, taquitos, bistec con queso y tocino con huevo— estaban entre 97 y 127 °F, muy por debajo del mínimo requerido de 135 °F. Todos fueron destruidos.
Sin permiso, sin control
El supermercado opera sin un permiso válido de alimentos y no ha cumplido con los requisitos de inspección para obtenerlo. Las autoridades advierten que, si no se erradica la infestación, se impondrán suspensiones de venta y uso en todas las áreas de recepción y procesamiento.
Con información de El Nuevo Herald