Lo que solía ser una postal de sol y playa se ha transformado en una escena de catástrofe. El temporal ‘Gabrielle’ ha golpeado con fuerza la costa de Ibiza, dejando un hotel en Platja d’en Bossa completamente inundado. Hamacas sumergidas, sombrillas cubiertas de agua y un trabajador empujando un carro entre el barro componen una imagen tan surrealista como devastadora.
Récord histórico de lluvias
En pocas horas, la borrasca descargó más de 300 litros por metro cuadrado, batiendo el récord de precipitaciones acumuladas en la isla. Solo en el municipio de Ibiza se registraron 254 l/m², más de la mitad de lo que suele llover en todo un año.
El alcalde Rafa Triguero ha confirmado que solicitarán al Estado la declaración de zona catastrófica. La presidenta del Govern, Marga Prohens, ya se encuentra en la isla para evaluar los daños y ha anunciado una línea de ayudas directas en coordinación con el Consell d’Eivissa y los ayuntamientos afectados.
Refuerzos desde Mallorca
Más de 70 efectivos han llegado por barco desde Mallorca con una treintena de vehículos, incluyendo personal del 112, IBANAT, Bomberos de Palma, Bombers de Mallorca y miembros del GREIM de la Guardia Civil.
Mientras continúan las labores de limpieza y evaluación, la imagen que deja Gabrielle en Platja d’en Bossa es clara: el turismo ha sido reemplazado por el barro, y la emergencia climática ya es parte del paisaje.