Con gritos, aplausos y bailes espontáneos, cientos de palestinos en el sur de Gaza celebraron este jueves el anuncio de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que busca poner fin a una guerra de dos años que ha dejado el enclave devastado. Frente al hospital Naser de Jan Yunis, un grupo de jóvenes coreó “Allahu akbar” mientras uno de ellos levantaba en hombros a su compañero, en un gesto de alivio colectivo.
“Damos gracias a Dios por este alto el fuego, gracias por el fin del derramamiento de sangre”, expresó Abdelmajid Abedrabbo, residente del sur de la Franja. “Toda Gaza se alegra, todo el mundo árabe está contento”, añadió, agradeciendo “con amor” a quienes contribuyeron al acuerdo.
Un acuerdo que devuelve la esperanza
El pacto, alcanzado tras negociaciones indirectas en Sharm el Sheij con mediación de Estados Unidos, Egipto y Catar, contempla la liberación de los rehenes israelíes cautivos desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, así como la excarcelación de unos 2.000 prisioneros palestinos.
“Es un sentimiento extraño e indescifrable después de dos años de bombardeos, miedo, terror y hambre. Es como si naciéramos de nuevo”, dijo Jaled al Namnam, de 26 años, desplazado en el campo de Al Maghazi. “Me desperté esta mañana con esa hermosa noticia… todo el mundo hablaba del fin de la guerra, de que entrará la ayuda humanitaria y se abrirán los pasos fronterizos. Siento una enorme alegría”, declaró por teléfono a AFP.
El conflicto, que cumplió dos años esta semana, ha dejado más de 67.000 muertos del lado palestino, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza que la ONU considera fiables. Del lado israelí, el ataque inicial de Hamás se saldó con 1.219 víctimas.
La firma oficial del acuerdo está prevista para este jueves en Egipto. Si se concreta, marcará el inicio de una nueva etapa en la región, tras una de las campañas militares más intensas y prolongadas en la historia reciente de Oriente Próximo.