La jueza Mavel Ruiz, del condado de Miami-Dade, emitió este martes una orden judicial temporal que suspende la transferencia de un terreno destinado a la futura Biblioteca Presidencial Donald J. Trump, en el corazón de Miami. La decisión responde a una demanda que cuestiona el proceso administrativo de la junta directiva de Miami Dade College, propietaria del terreno.
El espacio en disputa —2.63 acres frente al Kaseya Center y junto a la histórica Freedom Tower— está valorado en más de $66 millones, aunque expertos inmobiliarios estiman que podría alcanzar hasta $360 millones en el mercado privado. Actualmente funciona como estacionamiento del campus Wolfson.
El proyecto, respaldado por la Fundación Trump
La biblioteca sería construida por la Donald J. Trump Presidential Library Foundation, organización sin fines de lucro presidida por Eric Trump, hijo del presidente. El edificio busca preservar el legado de Trump y, según Eric, será “uno de los más bellos jamás construidos”.
El abogado de la fundación, Jesús Suárez, defendió la legalidad del proceso y cuestionó las motivaciones políticas del demandante. “No existe en la ley de Florida una exigencia de especificar con detalle los temas a tratar en la agenda; los fideicomisarios pueden discutir lo que deseen”, declaró.
La demanda y el fallo judicial
La demanda fue presentada por Marvin Dunn, profesor retirado de FIU y activista demócrata, quien argumenta que el traspaso se realizó sin suficiente transparencia pública. La jueza Ruiz consideró que el aviso previo a la votación del 23 de septiembre fue insuficiente, lo que podría violar la “Sunshine Law”, que exige deliberaciones abiertas en instituciones públicas.
“Esta no es una decisión fácil”, dijo Ruiz. “Este caso, al menos para esta corte, no está arraigado en la política”.
Dunn lideró una protesta en Miami tras conocerse la aprobación del traspaso, y cuestionó el rol del gobernador Ron DeSantis, quien junto a su gabinete votó a favor de ceder el terreno a la fundación.
La suspensión es temporal y no representa un fallo definitivo sobre el proyecto. Mientras tanto, la Fundación Trump continúa defendiendo la iniciativa como un esfuerzo legítimo para honrar la presidencia de Donald J. Trump y ofrecer un espacio cultural e histórico en una ubicación emblemática de Miami.