Departamento del Tesoro sanciona a Gustavo Petro por vínculos con el narcotráfico

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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este viernes la imposición de sanciones financieras contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien acusa de facilitar el comercio global de drogas ilícitas. Según el comunicado oficial, bajo su gobierno “la producción de cocaína ha alcanzado niveles récord” y se han otorgado beneficios a organizaciones narco-terroristas.

Las sanciones incluyen la incorporación de Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro Burgos y el ministro del Interior, Armando Benedetti, en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), conocida como la ‘lista Clinton’. Esta medida implica el bloqueo de todos sus bienes bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de transacciones con ciudadanos o empresas de EE.UU.

El presidente Donald Trump confirmó que su administración ha suspendido toda financiación hacia Colombia y advirtió sobre el aumento de aranceles a las exportaciones colombianas. “No toleraremos que Colombia trafique drogas hacia nuestra nación y envenene a los estadounidenses”, señaló el mandatario en un comunicado.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, acusó directamente a Petro de permitir que los carteles de droga prosperen y de negarse a frenar su actividad. La sanción se enmarca en una orden ejecutiva que refuerza la política antidrogas de la actual administración.

Petro reaccionó desde su cuenta en X, calificando la medida como una “paradoja” tras décadas de lucha contra el narcotráfico. “Ni un paso atrás y jamás de rodillas”, escribió, y anunció que su defensa legal estará a cargo del abogado estadounidense Dan Kovalik.

Por su parte, Benedetti denunció la sanción como una “farsa armamentista” y acusó a EE.UU. de actuar con arbitrariedad. “Gringos go home”, escribió en su mensaje.

La inclusión de Petro en la lista OFAC lo ubica junto a otros mandatarios sancionados por Washington, como Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Vladimir Putin y Kim Jong-un. La medida marca un quiebre histórico en las relaciones entre Bogotá y Washington, y abre un nuevo capítulo de tensión diplomática en la región.