Higgins y González se enfrentarán en segunda vuelta por la alcaldía de Miami

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La contienda por la Alcaldía de Miami entra en su fase decisiva. Tras una primera vuelta con trece aspirantes y una participación marcada por la fragmentación del voto, la comisionada del Distrito 5, Eileen Higgins, y el exadministrador municipal Emilio González se enfrentarán en una segunda vuelta el próximo 9 de diciembre. Aunque la elección es oficialmente no partidista, el perfil ideológico de ambos candidatos ha delineado dos modelos de ciudad en disputa: uno progresista, centrado en vivienda asequible y transparencia; otro conservador, enfocado en seguridad, inversión y orden fiscal.

Higgins, demócrata registrada y figura visible en el gobierno local, obtuvo alrededor del 35 % de los votos, según proyecciones preliminares. González, identificado con el Partido Republicano y respaldado por el gobernador Ron DeSantis, alcanzó el 19 %. Ninguno superó el 50 % requerido para evitar el desempate, lo que activa una segunda vuelta entre los dos más votados.

La candidata celebró el resultado en el hotel Yotel, rodeada de simpatizantes y colaboradores. “Esta noche, el pueblo de Miami hizo historia. Juntos, pasamos la página de años de caos y corrupción y abrimos la puerta a una nueva era para nuestra ciudad”, declaró Higgins, en un mensaje que apunta directamente al desgaste institucional acumulado durante la gestión de Francis Suárez.

Dos visiones de ciudad, un electorado dividido

Higgins ha centrado su campaña en tres ejes: vivienda asequible, resiliencia climática y transparencia en la gestión pública. Su discurso conecta con sectores progresistas, jóvenes profesionales y votantes preocupados por el aumento del costo de vida y la falta de acceso a servicios básicos. Su perfil técnico y su experiencia como comisionada le han permitido posicionarse como una figura de continuidad institucional, pero con promesa de renovación.

González, por su parte, apuesta por una narrativa de orden, seguridad y eficiencia. Con 26 años de carrera en el Ejército y experiencia como subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional durante el gobierno de George W. Bush, el candidato ha enfatizado su capacidad de gestión y su vínculo con el aparato estatal. Su respaldo por parte de DeSantis refuerza su perfil republicano, aunque la elección sea oficialmente no partidista.

Durante la noche electoral, González se dirigió a sus seguidores desde el club nocturno Hoy Como Ayer, en el corazón de la Pequeña Habana. Allí agradeció el apoyo recibido y prometió “recuperar la confianza en el gobierno local, atraer inversiones y garantizar que Miami sea una ciudad segura y próspera para todos”.

El peso del legado Suárez y el mapa electoral

La elección de diciembre definirá al sucesor de Francis Suárez, alcalde desde 2017 y figura cercana al presidente Donald Trump. Suárez, impedido de postularse nuevamente, deja una ciudad marcada por tensiones internas, escándalos administrativos y una creciente polarización entre zonas urbanas y suburbanas.

Entre los trece candidatos que participaron en la primera vuelta figuraron nombres históricos como Xavier L. Suárez —padre del actual alcalde— y Joe Carollo, ambos con pasados en la jefatura municipal. También se presentaron figuras emergentes como Laura Anderson, Ken Russell y Alyssa Crocker, en una muestra de la diversidad política y generacional que atraviesa Miami.

Según datos del Departamento de Elecciones de Miami-Dade, la ciudad cuenta con más de 61.000 demócratas registrados, frente a casi 53.000 republicanos. Los votantes sin afiliación partidaria superan incluso a los republicanos, con más de 55.000 registrados. Este bloque independiente será clave en la segunda vuelta, donde la polarización ideológica podría ceder ante la búsqueda de soluciones concretas.

La segunda vuelta por la Alcaldía de Miami no solo definirá quién liderará la ciudad en los próximos años, sino también qué modelo de gestión se impondrá en un contexto de desafíos urbanos, presión migratoria y transformación demográfica. Higgins y González representan dos estilos, dos trayectorias y dos visiones de futuro. El 9 de diciembre, será el electorado quien decida cuál de ellas marcará el rumbo de la ciudad.

Con información de El Nuevo Herald