El jueves por la tarde, en el partido entre los Florida Gators y North Florida, Olivier Rioux vivió su esperado debut universitario. Con 2:09 restantes en el marcador y una ventaja cómoda de 40 puntos, el estudiante de primer año oriundo de Montreal pisó la cancha y se convirtió oficialmente en el jugador más alto en la historia del baloncesto universitario estadounidense: 7 pies y 9 pulgadas (2,36 metros).
Rioux superó así a figuras como Kenny George (7’7″, UNC Asheville) y Mike Lanier (7’7″, Hardin-Simmons/UCLA), y lo hizo en medio de una ovación del público y el respaldo de sus compañeros. “Fue genial. El apoyo de todos fue increíble, incluso del banquillo y de la afición. Estoy muy agradecido”, declaró tras el partido.
Un momento esperado y celebrado
Micah Handlogten, compañero de equipo y campeón de la NCAA la temporada pasada, compartió su emoción: “Le dije: ‘Este es tu momento para brillar’. Verlo correr con una sonrisa fue realmente especial”.
El entrenador Todd Golden explicó que, con el partido bajo control, era el momento ideal para que Rioux tuviera su primera experiencia en la NCAA. “Ha trabajado muchísimo y ha mantenido una actitud estupenda, pese a no recibir muchas oportunidades. Se lo merecía”, afirmó.
Más que una altura récord
Rioux ya era conocido antes de su debut. Fue reconocido por el Libro Guinness de los Récords como el adolescente más alto del mundo y ha representado a Canadá en torneos internacionales sub-18 y sub-19, donde ganó medallas de bronce. Su trayectoria comenzó en la IMG Academy de Florida, donde se destacó por su presencia física y compromiso deportivo.
Durante el verano, incluso intentó formar parte del equipo de fútbol americano de Florida, con la idea de usar su altura para bloquear goles de campo. Aunque su salto vertical de 28 centímetros no fue suficiente, su determinación sigue marcando su camino.
Una noche de hitos para los Gators
El debut de Rioux fue el segundo gran momento de la noche para los Gators, que también celebraron el despliegue del banderín de campeones de la NCAA, tras vencer a Houston 65-63 en abril.