La operación inmobiliaria más importante de la ciudad en los últimos tiempos quedó en pausa este jueves, luego de que los comisionados municipales decidieran frenar la venta de Watson Island, la isla artificial ubicada en la Bahía de Biscayne donde operan actualmente el Museo Infantil y Jungle Island.
El acuerdo, que debía cerrarse con las empresas BH3 Management y Merrimac Ventures, fijaba un precio de 29 millones de dólares, más un pago adicional de 9 millones para viviendas económicas y obras públicas. Sin embargo, nuevos análisis sobre el valor real del terreno —que podría alcanzar cientos de millones en el mercado sin restricciones— llevaron a los funcionarios a detener la firma para evitar un posible perjuicio a las finanzas públicas.
Debate en el Ayuntamiento
El comisionado Joe Carollo calificó a Watson Island como el activo más valioso del gobierno municipal y rechazó aprobar una venta rápida sin garantías de beneficio justo para los residentes. Aunque expresó su apoyo al progreso económico, insistió en revisar las cifras y asegurar un trato equitativo, lo que provocó el aplazamiento de la medida.
Una historia de intentos fallidos
Este retraso se suma a la larga lista de proyectos frustrados en Watson Island. Durante décadas, el sitio ha sido objeto de propuestas para levantar torres de lujo y hoteles, pero los planes han chocado con obstáculos legales y burocráticos. Su ubicación privilegiada lo convierte en una oportunidad única, aunque difícil de concretar.
Con información de DLA

