Una tragedia golpeó este miércoles a la ciudad cuando un incendio de gran magnitud consumió siete bloques de apartamentos en el complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, al norte de la ciudad. Las autoridades confirmaron que 13 personas fallecieron, entre ellas un bombero de 37 años, y que al menos 28 resultaron heridas, varias en estado crítico.
El fuego comenzó en horas de la tarde y se propagó velozmente por los andamios de bambú y las mallas de construcción que rodeaban los edificios en remodelación. Las llamas y el humo espeso obligaron a evacuar a unas 700 personas, que fueron trasladadas a refugios temporales. Testigos relataron escenas de pánico, con residentes atrapados en sus departamentos mientras los equipos de emergencia intentaban abrirse paso.
El operativo de rescate
Bomberos y equipos de emergencia trabajaron durante horas para controlar el incendio, desplegando escaleras y mangueras en un esfuerzo por alcanzar los pisos superiores. La magnitud del siniestro complicó las labores: las llamas se extendieron por varios bloques casi simultáneamente, lo que dificultó el acceso a las víctimas.
Las autoridades locales informaron que nueve personas murieron en el lugar y cuatro más fallecieron posteriormente en hospitales. Entre los heridos se encuentran residentes con quemaduras graves y problemas respiratorios derivados de la inhalación de humo.
El incendio ha sido descrito como el más mortífero en Hong Kong desde 1996, cuando un fuego en un centro comercial dejó decenas de víctimas. Expertos señalan que el uso de andamios de bambú y redes plásticas en obras de construcción puede haber acelerado la propagación de las llamas.
El gobierno de Hong Kong anunció una investigación para determinar las causas del siniestro y evaluar las medidas de seguridad en edificios en remodelación. Mientras tanto, organizaciones comunitarias y religiosas han iniciado campañas de apoyo para las familias afectadas.