Segunda vuelta en Florida marcada por la historia de Monique Pardo Pope

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La segunda vuelta de las elecciones locales en Florida, prevista para el próximo 9 de diciembre, ha estado marcada por la candidatura de Monique Pardo Pope, abogada de derecho de familia y registrada como republicana, quien compite por un escaño en la Comisión de Miami Beach.

El proceso electoral ha generado atención mediática debido al pasado familiar de la aspirante: es hija de Manuel Pardo, exoficial de policía que asesinó a nueve personas en la década de 1980 y fue ejecutado en 2012. Pardo, que idolatraba a Adolf Hitler, dejó tras de sí recortes de prensa sobre sus crímenes, recuerdos nazis y hasta un perro tatuado con una esvástica.

Una campaña marcada por el pasado

Aunque en 2013 Pardo Pope se refirió a su padre como un “héroe” en redes sociales, durante la campaña ha buscado distanciarse de sus actos. En un comunicado reciente, afirmó:

“No he ocultado quién soy. Desde el principio me he presentado como Monique Pardo Pope. Mi mundo se volcó cuando tenía cuatro años por las acciones de mi padre. Lo que hizo fue terrible, y perdí a mi padre como resultado”.

La candidata añadió que cada día carga con el peso de saber que su padre “no solo destruyó su vida, sino que también causó dolor y sufrimiento a muchas otras personas”.

En su anuncio electoral, Pardo Pope se limitó a destacar que proviene de una familia cubana “que creía en el sacrificio profundo, el servicio al prójimo y la defensa de lo justo”, sin mencionar directamente el historial criminal de su progenitor.

Contexto electoral

En la primera vuelta de noviembre, Pardo Pope fue una de las dos aspirantes más votadas junto a Mónica Matteo-Salinas, lo que las llevó a disputar la segunda ronda.

El mismo día, Miami celebrará la segunda vuelta de las elecciones a la Alcaldía, donde se enfrentan el republicano Emilio T. González y la demócrata Eileen Higgings, únicos candidatos en liza.

El trasfondo del caso Pardo

Manuel Pardo fue condenado por asesinar a nueve personas vinculadas al narcotráfico, a quienes describía como “parásitos” sin derecho a vivir. Las autoridades lo relacionaron con los crímenes tras descubrir que utilizaba las tarjetas de crédito robadas a sus víctimas. Fue ejecutado en Florida en 2012.

Con información de El Nuevo Herald