Las baterías de iones de litio, que alimentan desde teléfonos móviles hasta automóviles eléctricos, se han convertido en protagonistas silenciosas de la transición energética. Lo que comenzó como un experimento costoso y arriesgado en la década de 1970 hoy sostiene redes eléctricas en todo el mundo, almacenando energía solar y eólica para liberarla cuando más se necesita.
Durante años, las empresas eléctricas descartaron las baterías por considerarlas poco fiables y demasiado caras. El cambio comenzó hace unos 15 años, cuando ingenieros instalaron en el desierto de Atacama una de las primeras baterías conectadas a la red. Aquella prueba demostró que podían estabilizar el sistema eléctrico y reducir la dependencia de centrales de carbón.
La caída de los costos
El verdadero impulso llegó con la reducción del 90 % en el precio de las baterías en los últimos 15 años, gracias a nuevas fábricas y a la producción masiva liderada por China. Hoy, Europa, India y Estados Unidos también han acelerado su fabricación. “Las baterías están cambiando el juego ante nuestros ojos”, afirmó Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía.
El caso de California ilustra el impacto: en los últimos siete años, el estado multiplicó por 30 su capacidad de almacenamiento. Gracias a ello, ha logrado evitar apagones en los días más calurosos, utilizando energía solar incluso después del atardecer.
Chile y la prueba de fuego
En Chile, las baterías fueron clave para enfrentar la crisis energética de los 2000, cuando el país perdió el suministro de gas argentino. Al emparejar baterías con centrales de carbón, los ingenieros lograron responder a la demanda de las minas de cobre y litio casi de forma instantánea. Hoy, más del 40 % de la electricidad chilena proviene de fuentes renovables, respaldadas por almacenamiento.
No todo ha sido sencillo. Incendios como el ocurrido en Monterey, California, han alimentado el escepticismo de legisladores y comunidades. Sin embargo, los expertos aseguran que los riesgos se han reducido con nuevas tecnologías y diseños más seguros.
El futuro inmediato
Lo que antes parecía un lujo experimental ahora es una necesidad estratégica. Con el crecimiento de los centros de datos y la expansión de la energía renovable, las baterías de litio se consolidan como el puente entre la generación limpia y la estabilidad de las redes eléctricas.
Con información de NYTime

