La elección de José Antonio Kast como presidente de Chile marca un giro histórico en el mapa político del país y plantea una pregunta clave: ¿qué tipo de derecha representa y cómo se compara con líderes como Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele?
Por Vanessa Rodríguez / MiamiNews24
Con el 58,2% de los votos frente al 41,8% de la candidata comunista Jeannette Jara, Kast se convirtió en el presidente más a la derecha desde el retorno a la democracia en 1990. Su triunfo confirma el ascenso de una corriente conservadora, nacionalista y populista que se ha consolidado en distintos países de América y Europa.
Una derecha más dura que la tradicional chilena
Kast, abogado de 59 años y líder del Partido Republicano, se ha ubicado explícitamente más a la derecha que el expresidente Sebastián Piñera. Mientras Piñera representó un conservadurismo pragmático y moderado, Kast reivindica una derecha “pura”, sin concesiones al centro político.
Su trayectoria lo vincula con sectores que respaldaron a Augusto Pinochet, aunque él niega avalar las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura. Sí ha defendido aspectos económicos del régimen y llegó a afirmar que el general habría votado por él.
Comparaciones internacionales
Donald Trump (EE.UU.): Kast comparte con Trump un discurso nacionalista y antiinmigración, con propuestas de endurecer fronteras y presionar a extranjeros indocumentados para que abandonen el país. Sin embargo, a diferencia del estilo confrontacional de Trump, Kast evita insultar a sus adversarios y mantiene un tono institucional.
Javier Milei (Argentina): Ambos coinciden en la agenda económica de reducción del Estado. Kast promete un ajuste fiscal de 6.000 millones de dólares en 18 meses, aunque analistas cuestionan su viabilidad. Milei, en cambio, ha llevado esa retórica a un extremo más radical, con propuestas de dolarización y eliminación de ministerios.
Nayib Bukele (El Salvador): Kast ha elogiado el modelo de “mano dura” de Bukele contra el crimen organizado y visitó la megacárcel salvadoreña como referencia. Su discurso de seguridad pública y orden institucional busca replicar esa narrativa en Chile, donde la inseguridad es la principal preocupación ciudadana según encuestas.
Conservadurismo social y cálculo electoral
Vinculado al movimiento católico Schoenstatt, Kast mantiene posturas conservadoras en temas como el aborto y el matrimonio igualitario. Sin embargo, en esta campaña evitó polemizar sobre asuntos de género, concentrándose en seguridad y migración. Analistas creen que se trató de un cálculo electoral para captar votos femeninos y moderados.
El nacionalismo de Kast se refleja en su insistencia en “Chile primero” y en propuestas de autodeportación de inmigrantes irregulares. Su populismo, según expertos, se observa en promesas de difícil ejecución, como instalar un “gobierno de emergencia” para enfrentar la delincuencia.
Un presidente de derecha con sello propio
Aunque se le asocia con Trump, Milei y Bukele, Kast tiene una trayectoria política más larga y tradicional: fue concejal, diputado y candidato presidencial en tres ocasiones. Reconoció derrotas anteriores y se mantuvo dentro del sistema institucional, lo que lo diferencia de otros líderes disruptivos.
Ahora, con su llegada a La Moneda, Chile se enfrenta a un experimento político: la implementación de una derecha más dura, nacionalista y populista, que se inspira en modelos internacionales pero que deberá adaptarse a las particularidades de la sociedad chilena.
Con información de BBC