Florida, que durante la pandemia se convirtió en uno de los principales destinos de mudanza dentro de Estados Unidos, ha visto disminuir su atractivo en los últimos años. Aunque el estado mantiene ventajas como el clima cálido y la ausencia de impuesto estatal sobre la renta, la asequibilidad se ha convertido en un factor decisivo que está empujando a más residentes a salir.
Según el Estudio Anual de Patrones Migratorios de la empresa Atlas Van Lines, en el año que terminó en noviembre poco más de la mitad de las mudanzas relacionadas con Florida fueron de entrada, un cambio marcado frente al pico de la era del COVID, cuando el 60% de las reubicaciones eran hacia el estado. En 2025, por segundo año consecutivo, las mudanzas de entrada representaron apenas la mitad de los traslados, una de las cifras más bajas en más de una década.
Los costos de vivienda, las primas de seguros y las preocupaciones climáticas figuran entre las principales razones de esta tendencia, explicó Chellsie Parker, portavoz de Atlas. A nivel nacional, la movilidad también se ha reducido: solo el 11% de los estadounidenses se mudó en 2024, frente al 14% de hace una década.
Competencia de otros estados
Arkansas, Idaho y Carolina del Norte encabezaron los rankings de migración de entrada de Atlas en 2024, superando a Florida gracias a costos de vivienda más bajos y mercados laborales en expansión.
Datos de la Cámara de Comercio de Florida, basados en cifras del Censo, muestran que el estado sumó cerca de 250,000 residentes por migración en 2022, pero apenas 126,000 en 2023, un retorno a niveles previos a la pandemia. La entidad advierte que la salida de jóvenes de entre 20 y 29 años podría reducir la fuerza laboral, mientras que la migración neta positiva se concentra en mayores de 50 años, lo que incrementa la población en edad de jubilación.
Miami, epicentro de la crisis de asequibilidad
El área metropolitana de Miami, que incluye Broward y Palm Beach, refleja con mayor intensidad el problema. Según la Reserva Federal de Atlanta, los costos de vivienda consumen alrededor del 60% del ingreso medio del hogar. El propietario típico paga unos $4,100 al mes, incluyendo $2,800 por la vivienda, $537 en seguros y $468 en impuestos a la propiedad.
Una encuesta de la Universidad Atlántica de Florida reveló que casi el 80% de los residentes considera más difícil comprar una vivienda que hace cinco años. Más de un tercio citó los precios como el principal obstáculo y la mitad dijo haber considerado abandonar el estado debido al costo de vida.
Las mismas fuerzas que durante la pandemia atrajeron a miles de nuevos residentes ahora están impulsando a muchos a dejar Florida.