El Gran Canal de Venecia se tiñó de rojo y blanco el pasado 21 de diciembre, cuando cientos de personas disfrazadas de Santa Claus participaron en la tradicional Regata dei Babbi Natale, el desfile acuático que cada diciembre convierte las aguas de la ciudad en un escenario festivo único en el mundo.
El evento, que se ha consolidado como una de las celebraciones más pintorescas de la temporada navideña en Italia, reúne a residentes y turistas que se enfundan trajes de Papá Noel y se suben a góndolas, kayaks y embarcaciones tradicionales venecianas para remar a lo largo del Gran Canal.
Una tradición veneciana
La regata no solo es un espectáculo visual, sino también un gesto de comunidad: familias enteras participan, los clubes de remo locales se suman con entusiasmo y los visitantes disfrutan de un desfile que mezcla folclore, deporte y espíritu navideño.
Durante la jornada, los participantes portaron gorros, barbas postizas y accesorios festivos mientras avanzaban entre los palacios históricos y los puentes icónicos de Venecia. El contraste entre la arquitectura renacentista y la marea de Santas convirtió el evento en una postal que cada año recorre el mundo.
Más que un desfile
La Regata dei Babbi Natale también tiene un componente solidario: en varias ediciones se han organizado colectas de juguetes y actividades benéficas para comunidades locales. Además, el evento busca mantener viva la tradición del remo veneciano, un símbolo cultural que se transmite de generación en generación.
Cada diciembre, la regata atrae a cientos de visitantes internacionales que llegan a Venecia para vivir la experiencia. Para muchos, es una oportunidad de ver la ciudad desde otra perspectiva: no solo como destino histórico, sino como escenario de celebraciones contemporáneas que refuerzan su identidad cultural.