Escándalo de corrupción agrava la crisis de la cúpula del fútbol argentino

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La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) atraviesa su peor crisis institucional en años, marcada por denuncias de presunta corrupción que involucran directamente al presidente Claudio “Chiqui” Tapia y a su círculo más cercano. Los escándalos, ajenos al plano deportivo, se multiplican en medios y tribunales mientras los dirigentes se defienden alegando ser víctimas de una campaña de difamación.

El último capítulo apunta a un presunto desvío millonario de fondos a través de la empresa TourProdEnter LLC, encargada de gestionar ingresos de la selección argentina en el exterior. Según una investigación publicada por La Nación, la firma acumuló 260 millones de dólares en bancos estadounidenses provenientes de sponsors, derechos televisivos y partidos amistosos. Al menos 42 millones habrían terminado en cuatro sociedades con sede en Miami, sin empleados ni actividad registrada, lo que alimenta sospechas de que se trata de sociedades pantalla.

La defensa de la AFA

La cúpula del fútbol argentino emitió un comunicado rechazando las acusaciones y defendiendo la relación contractual con TourProdEnter LLC. “La AFA manifiesta su más enérgico rechazo a la campaña de difamación dirigida contra la propia institución, su presidente, Claudio Tapia, y su tesorero, Pablo Toviggino”, señaló el texto. La entidad aseguró que ninguna investigación judicial en Argentina ni en Estados Unidos ha detectado irregularidades.

Para la AFA, detrás de las denuncias estaría el empresario Guillermo Tofoni, respaldado por el Gobierno de Javier Milei, con quien Tapia mantiene un enfrentamiento desde que se negó a permitir la transformación de los clubes en sociedades anónimas deportivas.

Sospechas y causas abiertas

El escándalo se suma a otros que erosionan la imagen de Tapia a meses del inicio del próximo Mundial. Aunque su gestión es reconocida por los títulos obtenidos —campeón del mundo en Qatar 2022 y bicampeón de América—, la reputación del dirigente se ve empañada por cambios polémicos en el torneo local y las crecientes sospechas de corrupción.

El tesorero Pablo Toviggino enfrenta investigaciones por presunta retención indebida de aportes jubilatorios y vínculos con una financiera acusada de operaciones ilegales de divisas. Además, la justicia indaga sobre la propiedad de una lujosa mansión en Pilar, que según el fiscal Claudio Navas Rial estaría registrada a nombre de testaferros vinculados a Toviggino.

La crisis institucional de la AFA abre un nuevo frente en el fútbol argentino, donde los logros deportivos conviven con denuncias que amenazan la estabilidad de su dirigencia. El desenlace de las investigaciones judiciales será clave para definir el futuro de Tapia y su equipo, en un contexto en el que la política y los negocios parecen pesar tanto como los resultados dentro de la cancha.

El caso refleja cómo el fútbol argentino, incluso en su etapa más gloriosa, sigue atrapado en disputas de poder y sospechas de corrupción que ponen en riesgo la credibilidad de la institución que gobierna al deporte más popular del país.

Con información de El País