¿Merece alguien de Miami ir al Juego de las Estrellas? Quizá un solo candidato

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(Miaminews24).- Nadie más que él o nadie salvo él merece ir al Juego de las Estrellas. Cuando este viernes abran las votaciones para el Clásico de Mediados de Verano, el candidato más seguro de Miami al choque con sede en el parque de los Nacionales será J.T. Realmuto, quien esta temporada ha ascendido a niveles tremendos de calidad.

Superada la controversia del «me voy, me quedo» en el invierno, Realmuto ha sido todo lo que esperaban los peces y más en estos primeros tres meses de contienda con una línea ofensiva de .321/.380/.547, más un OPS notable de .929. Sobreviviente de la purga, es ahora el líder del nuevo grupo.

La labor de Realmuto resalta más cuando se compara con el resto de los Marlins que el miércoles en San Diego desaprovecharon tremenda apertura de José Ureña para caer 3-2 ante los Padres. Único jugador de posición con un promedio superior a .300 en el club, el enmascarado ha trabajado fuertemente en su disciplina en el plato y los resultados son visibles.

Entre otras cosas, en este 2018:

-elevó la velocidad promedio con que la bola sale de su bate de 88.5 millas por hora a 92 millas por hora.

-disminuyó su radio de ponches de 18.3 por ciento en el 2017 a 12.5 en esta temporada.

-disminuyó la cantidad de swings sobre bolas fuera de la zona de strike de 32 por ciento en la contienda previa a 18.2 en la actual.

Posiblemente no reciba los votos de un Buster Posey, pero quienes eligen a los jugadores de reserva deberán tener en cuenta a un pelotero cuyo futuro todavía no está del todo claro bajo la nueva administración de Derek Jeter.

A Realmuto lo quiere casi todo el mundo. Literal y figurativamente, el receptor de los peces sigue siendo una pieza codiciada. No todos los días se encuentra un catcher de su presencia. Todavía no hemos visto lo mejor de él.

Lo ideal sería que Realmuto se quedara. Todos los que han trabajado con él -¿recuerdan los elogios de José Fernández?- aprecian su manera de conducir a los lanzadores, de sacar lo mejor posible entre un mar de mediocridad.

Realmuto posee el paquete de talento completo, sin fisuras ni grietas. Un logro, sin duda, de los scouts de Miami, que lo llevaron del campocorto a la receptoría, después de convencerlo de que dejara sus ilusiones de ser quarterback en la NFL o escolta en la NBA, dos ligas que también le querían.

¿Pero cuál es el plan de los Marlins con Realmuto, quien estaría en control del club por dos temporadas más antes de convertirse en agente libre? No queda claro.

Si es que pretende tenerlo por largo rato y lo contempla como una pieza angular, Miami debe ser proactivo ahora y extender a Realmuto, como lo hizo la anterior administración con Christian Yelich, un pelotero de buenos resultados y de bajo costo que finalmente fue canjeado a los Cerveceros.

Un contrato lo más antes posible enviaría un mensaje de alivio a la alicaída afición y, sobre todo, al propio Realmuto. Pero si Miami no va a competir por las próximas dos o tres contiendas, entonces lo mejor sería cambiar al molesto enmascarado y pedir la Torre de Babel, un paquete de cuatro prospectos al menos.

Con información de ENH.

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