DEMANDAN A MÉDICO POR USAR CEMENTO ÓSEO EN PACIENTES

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(Miaminews24).- Joan Bryant sufría dolores de espalda desde que tuvo un accidente automovilístico en 1990 y en 2009 buscó la asistencia de un cirujano especialista en columna pero se desangró en la mesa de operaciones y fue imposible resucitarla.

Reba Golden se lastimó la espalda tras caer desde dos niveles durante los trabajos de construcción para ampliar su casa en Honduras. Sin embargo, cuando regresó a Seattle para someterse a una cirugía espinal de rutina sufrió coágulos de sangre, hemorragia severa y falleció en la mesa de operaciones en 2007.

Golden y Bryant murieron después que su médico les aplicara cemento óseo en la columna con un tipo de jeringa y parte del material ingresara en el torrente sanguíneo, donde causó coágulos.

A ninguno de los pacientes jamás se le indicó que el cemento óseo Norian no estaba aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). En cambio, Norian y la compañía matriz Synthes utilizaron a los cirujanos en lo que un médico describió como «experimentación en humanos». Los fiscales federales afirman que el propósito fue eludir un proceso reglamentario largo y costoso.

Las familias Golden y Bryant presentaron demandas contra el médico Jens Chapman, las compañías, la Universidad de Washington, el Centro Médico Harborview y el estado de Washington. En las demandas se afirma que Chapman sabía que el cemento causaba coágulos letales y que la universidad y el hospital sabían o debían haber sabido que estaba prohibida la aplicación de ese producto.

El primer juicio está programado para junio en Seattle. En la demanda por la muerte de Golden presentada por su hija, Cynthia Wilson, también se acusa a Chapman, al presidente de Synthes, Hansjorg Wyss, y a la universidad de dirigir una empresa criminal de acuerdo con los preceptos sancionables en la ley contra ganancias delictivas del estado de Washington.

Synthes y Norian, junto con cuatro ejecutivos, fueron acusados formalmente en 2009 de cargos de efectuar pruebas clínicas no autorizadas a pesar de las advertencias de que el cemento óseo causaba coágulos de sangre que llevaba a la muerte.