(Miaminews24).- Las manifestaciones de homofobia parecen superarse entre sí. Declaraciones, imágenes, memes, son parte de la discriminación. Personajes como Vladimir Putin han aportado su granito de arena a esta odiosa lista. Sin embargo, lo sucedido durante el programa chileno El interruptor ha dejado al mundo atónito.
Durante una entrevista con Javier Soto, pastor extremista y figura polémica que en más de una ocasión ha dado muestra de su homofobia (basta dar un vistazo por su cuenta de Twitter), acudió como invitado al show conducido por José Miguel Villouta (presentador y locutor chileno, abiertamente gay) para hablar sobre la religión, la fe y otros temas que naturalmente surgirían en la conversación dada la ideología de Soto.
Desde el inicio la cara de Villouta denotaba tensión. Tenía razón.
Primer acto
El pastor comenzó su intervención con una oración para presentar a su acompañante, Jesús. El conductor, absorto, le preguntó si siempre hacía eso, orar sin pedir permiso a la otra persona que tal vez no comparta esa costumbre.
Segundo acto
El pastor defendió su punto de vista y después dijo que «antes de avanzar» tenía que taparse con una alfombra que siempre lleva consigo porque –agregó– tenía frío en los pies.
«Este trapo de inmundicia que hay que… Lo voy a colocar aquí para hacer un poquito más ameno el programa».
La «alfombra» de Soto era la bandera LGBTQ.
Villouta estupefacto respondió, «Wow yo creo que eso es una falta de respeto».
Tercer acto
Soto dio una serie de argumentos irónicos que rápidamente fueron callados por el conductor con un, «Ok, pero yo creo que… Yo soy homosexual, este es mi programa, y esto a mí me parece una falta de respeto y a nosotros, y yo principalmente no puedo aceptar esto, así que le pediría que por favor si puede sacar esto para que podamos tener la conversación que nosotros queremos tener con usted…»
Necio, el pastor extremista insistió en justificar su acción afirmando que jamás lo había insultado, que hasta lo había saludado amigablemente.
Acto final
La directora de contenidos de El Interruptor hizo acto de presencia para solicitarle a Soto que respetara su casa y quitara la bandera.
Soto, ofendido, amenazó con que entonces no habría programa.
La directora amablemente y sin dudarlo, le dijo, «Perfecto. Dejémoslo hasta acá… Gracias».
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