Texas: Pistolero de iglesia no tenía permiso para portar armas

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(Miaminews24).- El sospechoso de perpetrar el mortal tiroteo en una iglesia en Texas no tenía permiso para portar armas, dijo un funcionario el lunes.

Freeman Martin, director regional del departamento de Seguridad Pública de Texas, indicó en una conferencia de prensa que las tres armas usadas por el atacante fueron compradas por él.

También se indicó que la suegra del atacante identificado como Devin Patrick Kelley, de 26 años, recibió amenazas en mensjaes de texto por parte del agresor.

«Hay 26 fallecidos, 23 cuerpos fueron encontrados en la iglesia, dos afuera y uno murió en el hospital. El número total de heridos es 20, hay seis en condiciones estables o han sido dados de alta, cuatro en condiciones graves y 10 que permanecen en estado crítico y este número podría aumentar … El sospechoso que podemos confirmar es Devin Patrick Kelley, un hombre blanco de 26 años», confirmó Martin.

El atacante abrió fuego con un arma de asalto en una iglesia cerca de San Antonio, Texas, el domingo por la mañana matando a 26 personas, entre ellas un niño de 17 meses y la hija del pastor, quien tenía 14 años.

En un principio informaron que las edades de las víctimas van de los cinco a los 72 años. El atacante también murió y no hay una pista hasta ahora sobre cuál fue el motivo.

Las autoridades también agradecieron a los dos samaritanos que detuvieron al sospechoso y evitaron que matara a más personas. De igual manera confirmaron que el pistolero se suicidó y no murió a consecuencia de las heridas provocadas por los hombres que se enfrentaron al él.

«Sabemos que un residente local que vive al otro lado de la calle de la iglesia se enteró de lo que estaba sucediendo, se armó con un rifle de asalto AR y se enfrentó al sospechoso y le disparó en la iglesia», manifestó Freeman Martin.

Un segundo individuo persiguió a Patrick Kelley, con su vehículo. Autoridades confirmaron que el atacante llamó a su padre para avisarle que le habían disparado y que, probablemente, iba a morir.

Investigadores federales del FBI y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego se unieron a las autoridades locales en la pequeña población de Sutherland Springs, a unos 50 kilómetros de San Antonio.

 

Fuente: Voz de América