La cara y la cruz del Miami Heat esta temporada

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(Miaminews24).- Kelly Olynyk con 32 puntos fue la figura indiscutible del triunfo del Heat este miércoles en Boston (90-89), nada menos que ante el primero de la Conferencia Este; sin embargo, de nada hubiese servido su loable actuación de no haber tenido la ayuda de un hombre que cada día está jugado mejor.

Y ese no es otro que Josh Richardson.

A muchos les extraño que el jugador de tercer año recibiera una significativa extensión de contrato este verano (4 años y $42 millones), sobre todo viendo como comenzó esta temporada, pero ahora J-Rich lo está justificando.

Richardson está teniendo un brillante mes de diciembre promediando 17.5 puntos por juego (53.2% en triples), lo cual contrasta con su actuación en noviembre en el que terminó con una media de 7.6 puntos (25% n triples).

Pero ahí no queda todo. El polifacético escolta convertido en delantero ha crecido un mundo como defensor, tanto que el entrenador Erik Spoelstra le está asignando en los últimos encuentros gardear al mejor jugador del otro equipo para cerrar el juego.

Ante los Celtics le tocó pararse delante de Kyrie Irving, quien ante él falló su último disparó para que el Heat se llevara una gran victoria.

No es obra de la casualidad. Richardson ha trabajado muy duro para alcanzar el siguiente nivel y nunca ha perdido la confianza en su disparo de tres puntos, a pesar de que al principio no le estaba cayendo.

Si Richardson es la cara, Dion Waiterts está siendo la cruz. No porque el escolta titular de Miami esté jugando muy mal, sino porque no ha estado a la altura de las expectativas y que ante los Celtics por poco estrepea la victoria.

Waiters ha bajado un escalón y esta temporada está promediando 14.7 puntos por juego (30.6% en triples), por debajo de los 15.8 (39.5% en triples) que media de la pasada campaña, sobre todo después de que bajara su producción en diciembre a 13.2 puntos (28.6% en triples).

Además de gastar una gran cantidad de munición disparando sin cesar y no ser tan decisivo como el año pasado. Cierto que su tobillo le ha molestado, pero igualmente está fallando disparos demasiado fáciles y su defensa tampoco es la misma.

Aunque esta no es la única cara y cruz del Heat esta temporada. El equipo de Miami es sin duda un equipo bipolar, capaz de lo mejor y también de lo peor, capaz de derrotar a los Celtics y de perder con los Bulls.

Este final de semana tiene la posibilidad de conseguir algo de consistencia si gana los dos partidos consecutivos en el American Airlines Arena.

El viernes (8 p.m. TV: SUN. Radio: 710 AM) el Heat (16-15) recibe a los Mavericks (9-23) y el sábado a la misma hora a los Pelicans (15-16), dos equipos por debajo de la marca de .500.

Dallas es uno de los peores equipos de la NBA, por lo que irónicamente puede ser más peligroso que el equipo de New Orleans, que a pesar de su balance negativo están en zona de playoffs en el Oeste. Los Mavs viene de ganarle a los Pistons y los Pelicans enfrentan el viernes al Magic.

Para estos choques el Heat tiene en duda la participación de Goran Dragic y Justise Winslow y muy poco probable la reaparición de Hassan Whiteside.

Sin duda es una buena oportunidad para asaltar los puestos de playoffs y de ver si el Heat es capaz de mostrar algo de más a sus aficionados.

Con información de ENH.

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