El Senado de Estados Unidos confirmó el jueves a Jeffrey Rosen, el cual fue nominado por el presidente Donald Trump para ocupar el cargo de vicefiscal general del país, después de que el anterior, Rod Rosenstein, presentase a finales de abril su dimisión.

La Cámara Alta aprobó la candidatura de Rosen tras una votación con 52 votos a favor (todos republicanos) y 45 en contra (todos demócratas), en la que tres senadores no participaron.

El visto bueno del Senado, órgano encargado de aprobar o no las nominaciones del presidente a cargos públicos, no ha sido una sorpresa, ya que es una cámara con mayoría republicana.

La marcha de Rosenstein se esperaba desde hacía meses, porque el funcionario había dejado claro que abandonaría el Departamento de Justicia en cuanto concluyera la investigación sobre la llamada trama rusa del fiscal especial Robert Mueller, algo que ocurrió en marzo.

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Rosenstein se encargó de supervisar la investigación independiente sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016 durante un año y medio: desde el despido en mayo de 2017 del director del FBI James Comey hasta la marcha de Jeff Sessions como fiscal general de EE.UU. en noviembre pasado por diferencias con Trump.

Fue una labor delicada para Rosenstein, dado que Trump se quejaba frecuentemente, en público y en privado, de que Sessions hubiera decidido apartarse de cualquier toma de decisiones relacionada con la investigación de la trama rusa y hubiera dejado el tema en manos de su “número dos”.

Precisamente, Trump nominó al nuevo vicefiscal general después de que las pesquisas concluyeran.

Rosen, que hasta ahora ocupaba el cargo de subsecretario de Transporte de EE.UU., se situará justo por debajo del actual fiscal general, William Barr, en el organigrama de la Justicia estadounidense.

Rosen es un experimentado abogado con experiencia en el Gobierno de George W. Bush (2001-2009), que desde mayo de 2017 ejercía como subsecretario de Transporte, cargo desde el que ha tratado de revertir los objetivos de rendimiento de combustibles del expresidente Barack Obama.

En el sector privado, Rosen trabajó en el bufete de abogados Kirkland & Ellis, en el que coincidió con el que será ahora su jefe, Barr.

Cortesía: EFE