El alza se debe a que subieron los precios de las entradas, la comida, las bebidas y el aparcamiento. FOTO Bitfinanzas.
La experiencia de ver un partido de la NFL en vivo se ha vuelto considerablemente más costosa para los aficionados. Un análisis reciente revela que, en promedio, el costo total para un asistente ha aumentado un 40% en comparación con los precios de 2014, una cifra que supera la tasa de inflación general en Estados Unidos.
Este incremento se atribuye a una subida generalizada en los precios de los boletos, las concesiones de alimentos y bebidas, y el estacionamiento. Según una investigación de mercado, el gasto promedio por persona para asistir a un juego de la temporada actual asciende a aproximadamente 158 dólares.
El estudio señala que la escalada de precios no ha sido uniforme en toda la liga. Equipos como los Detroit Lions y los Las Vegas Raiders han visto los mayores incrementos en sus costos, con aumentos superiores al 170% en el último decenio, lo que indica que el éxito de un equipo a menudo se traduce en precios más altos para sus seguidores.
Por otro lado, algunas franquicias como los New Orleans Saints, los Arizona Cardinals y los New England Patriots han registrado una disminución en el costo promedio para los aficionados, ofreciendo un respiro financiero a sus bases de seguidores.
Además de los boletos, el costo de las concesiones también ha subido de manera considerable. Los precios de la cerveza, en particular, han aumentado drásticamente en algunos estadios, con una subida del 152% en el caso de los Washington Commanders.
De cara al futuro, se anticipa que los precios seguirán en ascenso. Sin embargo, los aficionados pueden mitigar los gastos buscando boletos en el mercado secundario o utilizando tarjetas de crédito que ofrezcan recompensas. El análisis concluye que la economía del fútbol americano está en constante evolución y que el éxito deportivo se refleja cada vez más en el bolsillo de los seguidores.