EE. UU. arremete contra aliados que reconocen un Estado palestino: ‘Premian a los carniceros de Hamás

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United States Capitol is the meeting place of the US Congress and the seat of the legislative branch of the US federal government.

La reciente decisión de Australia, Canadá y Reino Unido de reconocer formalmente un “Estado palestino” ha desatado una ola de críticas contundentes de legisladores estadounidenses, quienes calificaron la medida como un acto que premia el terrorismo y la violencia de Hamás.

El reconocimiento de estos países, junto con Portugal y otros posibles aliados, coincide con la apertura de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, marcando un giro diplomático histórico que aumenta la presión sobre Israel en medio de su ofensiva militar en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó la medida con dureza: “Tengo un mensaje claro para esos dirigentes que reconocieron un Estado palestino después de la horrenda masacre del 7 de octubre: le están dando una enorme recompensa al terrorismo. Y tengo otro mensaje para ustedes: eso no sucederá. No se establecerá ningún Estado palestino al oeste del río Jordán”.

Desde el Congreso de Estados Unidos, el tono fue igualmente firme. Brian Mast, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, calificó el reconocimiento como una “virtud vacía” que premia a los carniceros y violadores de Hamás. Mast subrayó que esta decisión representa una afrenta a la seguridad de Israel y un error diplomático que podría tener consecuencias peligrosas en la región.

Otros legisladores, incluyendo Carlos Gimenez, miembro de los comités de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, respaldaron la declaración de Mast, enfatizando que tales acciones de reconocimiento internacional solo fortalecen a grupos terroristas y debilitan la posición de aliados estratégicos en Oriente Medio.

El reconocimiento de un Estado palestino por parte de estos países marca un punto de inflexión en la política internacional hacia el conflicto israelí-palestino, generando tensiones no solo con Israel sino también con Estados Unidos, que ha mantenido tradicionalmente una postura firme en defensa de su aliado histórico en la región.

Las declaraciones oficiales y la reacción de legisladores estadounidenses reflejan la profunda preocupación por la legitimación internacional de grupos responsables de ataques contra civiles y envían un mensaje contundente a la comunidad internacional: premiar la violencia con reconocimiento diplomático es inaceptable.