A sus 19 años, Barron Trump ya no es solo el hijo menor del presidente estadounidense Donald Trump: es el miembro más sorprendente del clan. Con una estatura imponente de 2,06 metros y una fortuna que supera los 150 millones de dólares, el joven ha irrumpido en el mundo de las finanzas digitales con una velocidad que pocos anticipaban.
Según la revista Forbes, Barron multiplicó sus ingresos este año gracias a la compraventa de tokens, acumulando más de 80 millones en ganancias. Además, posee unos 2.300 millones de tokens que, si se liquidaran, podrían alcanzar un valor de 525 millones. Esto lo sitúa por encima de Melania Trump, cuya cartera se estima en 20 millones.
Barron fue el primero del clan en apostar por el mercado cripto. En diciembre de 2024 fundó World Liberty Financial, una plataforma de finanzas descentralizadas que en apenas nueve meses ha generado más de 1.000 millones de dólares en ingresos. “Tiene como cuatro wallets… y yo le decía: ‘¿Qué es un wallet?’”, comentó Donald Trump durante la presentación de la empresa.
Lejos de vivir solo del apellido, Barron combina sus negocios con los estudios en la Universidad de Nueva York, campus Washington. También se ha integrado al consejo asesor de Trump, Fulcher & Roxburgh Capital Inc., firma especializada en bienes raíces de lujo. Fuentes cercanas destacan su “visión estratégica clara en mercados emergentes y uso de tecnología para optimizar activos”.
El ascenso de Barron ocurre en paralelo al crecimiento patrimonial de sus hermanos. Donald Jr. ya acumula 500 millones, Eric alcanzó los 750, Ivanka ronda los 100 y Jared Kushner supera los 1.000 millones. El presidente Trump lidera el ranking familiar con una fortuna de 7.300 millones, impulsada por inversiones en criptomonedas que le generaron 2.000 millones este año.
Melania, por su parte, ha diversificado sus ingresos con conferencias, libros y el lanzamiento de su propio token especulativo, $MELANIA, inspirado en memes. Pero el balance es claro: Barron ha roto los pronósticos y se posiciona como el rostro joven del imperio Trump, con la mirada puesta en el futuro digital.