En una ceremonia cargada de emoción en el Rose Garden de la Casa Blanca, Erika Kirk aceptó este martes la Medalla Presidencial de la Libertad en nombre de su esposo, Charlie Kirk, fundador de Turning Point USA, asesinado el pasado 10 de septiembre en Utah. El acto coincidió con lo que habría sido su 32º cumpleaños.
Durante su intervención, Erika compartió un mensaje de su hija de tres años dirigido a su padre fallecido. “Papá, feliz cumpleaños”, dijo entre lágrimas, en un momento que conmovió a los asistentes y marcó el tono íntimo del homenaje. La niña no estuvo presente, pero su voz fue parte del tributo.
Charlie Kirk fue asesinado por un francotirador apostado en una azotea mientras participaba en un debate con estudiantes en el campus universitario de Utah Valley, en Orem. El ataque, ocurrido el 10 de septiembre, conmocionó al mundo político estadounidense y generó una ola de condenas.
El presidente Donald Trump encabezó la ceremonia y elogió a Kirk como “un patriota estadounidense de la más profunda convicción”. “Fue asesinado en la flor de su vida por decir la verdad con valentía, por vivir su fe y luchar sin descanso por una América mejor y más fuerte”, afirmó.
La Medalla Presidencial de la Libertad es el máximo honor civil que se otorga en Estados Unidos. En esta ocasión, Trump declaró el 14 de octubre como Día Nacional en Recuerdo de Charlie Kirk.
El homenaje se produjo en medio de nuevas medidas diplomáticas: el Departamento de Estado revocó seis visas a extranjeros que se burlaron públicamente del asesinato de Kirk en redes sociales