La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos autorizó al gobierno del expresidente Donald Trump a desplegar temporalmente a la Guardia Nacional en Portland, Oregón, revirtiendo una decisión previa que había bloqueado la medida. El fallo, aprobado por dos votos contra uno, permite al Ejecutivo federal continuar el operativo mientras se alcanza una resolución definitiva en los tribunales.
Según el dictamen, el panel de jueces consideró que “es probable que el presidente ejerciera legítimamente su autoridad legal”, dando así luz verde a la movilización de tropas para proteger instalaciones y personal de las autoridades migratorias durante las redadas.
El Departamento de Justicia defendió la medida alegando que la orden de la jueza federal Karen Immergut interfería con la autoridad del presidente como Comandante en Jefe y ponía en riesgo la seguridad de los funcionarios federales. Immergut, quien había bloqueado inicialmente el despliegue, señaló en su resolución que Trump actuaba de “mala fe” al exagerar los informes sobre violencia en la ciudad, asegurando que las afirmaciones del mandatario “no se ajustaban a los hechos”.
La jueza indicó que, aunque hubo protestas con algunos episodios de violencia, las fuerzas del orden mantenían el control. Según su informe, el día previo a la orden presidencial, apenas se registraban entre 8 y 15 personas frente a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con “mínima actividad”.
Durante una audiencia reciente, el abogado del Departamento de Justicia, Eric McArthur, insistió en que el despliegue era necesario ante el comportamiento agresivo de algunos manifestantes, quienes habrían bloqueado vehículos, escupido a agentes y provocado incendios.
El fallo reaviva la controversia entre el Gobierno federal y las autoridades estatales sobre el uso de fuerzas militares en contextos de protesta civil.