EE.UU. despliega portaaviones en el Caribe y eleva la tensión en América Latina

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Estados Unidos anunció este viernes el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en aguas del Caribe, como parte de una ofensiva militar contra el narcotráfico en América Latina. La decisión, inédita en escala y alcance, marca un punto de inflexión en la política regional de seguridad y ha generado preocupación por una posible escalada bélica.

Según el Pentágono, la operación responde a la directiva presidencial de desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el “narcoterrorismo” en defensa de la patria. El despliegue incluye destructores, un submarino y embarcaciones con fuerzas especiales, movilizadas desde agosto en ejercicios conjuntos con países vecinos.

El secretario de Guerra, Pete Hegseth, confirmó el décimo ataque letal contra una narcolancha en el Pacífico, con un saldo de seis muertos. Desde el inicio de la campaña, el 2 de septiembre, al menos 43 personas han muerto en operaciones militares estadounidenses. La embarcación destruida operaba para el cártel Tren de Aragua, según inteligencia oficial.

Hegseth advirtió que EE.UU. tratará a los “narcoterroristas” como trató a Al Qaeda, y acompañó su mensaje con un video del ataque nocturno. El presidente Donald Trump declaró que el país está en “conflicto armado” con los cárteles, y que está dispuesto a extender la ofensiva a tierra firme, sin precisar dónde.

El jueves, Washington anunció ejercicios militares conjuntos con Trinidad y Tobago frente a las costas de Venezuela, con el buque USS Gravely. El gobierno caribeño expresó su apoyo categórico a la intervención en curso.

En respuesta, Venezuela movilizó tropas y milicias ante lo que considera una amenaza directa. El presidente Nicolás Maduro, acusado por EE.UU. de liderar el cártel de los Soles, denunció que el verdadero objetivo de Washington es promover un cambio de régimen.

Desde Brasil, el asesor presidencial Celso Amorim advirtió que una intervención externa “puede incendiar América del Sur” y generar un resentimiento profundo en la región.

La oposición demócrata en el Congreso estadounidense ha exigido explicaciones, recordando que toda declaración de guerra requiere autorización legislativa. Trump aseguró que enviará a Hegseth ante el Congreso antes de avanzar hacia una nueva fase terrestre.