Un avión de la aerolínea JetBlue que cubría la ruta entre Cancún (México) y Newark (Estados Unidos) realizó un aterrizaje de emergencia el pasado 30 de octubre en el Aeropuerto Internacional de Tampa, Florida, tras sufrir una pérdida de altitud en pleno vuelo. El incidente dejó al menos tres pasajeros heridos, según reportes preliminares de la Administración Federal de Aviación (FAA) y medios locales.
La aeronave, un Airbus A320-232, fue desviada de su trayecto original luego de que los pilotos detectaran un problema técnico que comprometía la estabilidad del vuelo. De acuerdo con la FAA, el vuelo 1230 fue recibido por personal médico en tierra, quienes evaluaron a los pasajeros y miembros de la tripulación. Algunos de los afectados fueron trasladados a un hospital local para recibir atención especializada.
JetBlue confirmó el incidente en un comunicado y aseguró que la aeronave fue retirada de servicio para una inspección exhaustiva. “Nuestro equipo llevará a cabo una investigación completa para determinar la causa del evento”, indicó un portavoz de la compañía, citado por Reuters y 10 Tampa Bay News.
Aunque no se ha precisado el número total de heridos ni la gravedad de las lesiones, el portal ABC News informó que los pilotos notificaron a los controladores aéreos sobre al menos tres pasajeros con posibles laceraciones.
La aerolínea también reiteró su compromiso con la seguridad: “La seguridad de nuestros clientes y tripulantes es siempre nuestra máxima prioridad y trabajaremos para apoyar a los afectados”, señaló el vocero.
El incidente se suma a una serie de eventos recientes que han puesto en foco los protocolos de emergencia y mantenimiento en vuelos comerciales. La FAA continúa monitoreando el caso mientras se espera el resultado de la investigación técnica.
Información de El Clarín