La Casa de la Moneda de Estados Unidos, con sede en Filadelfia, imprimirá este miércoles el último centavo en circulación, marcando el cierre definitivo de una moneda que ha formado parte de la economía nacional durante más de 230 años. La decisión responde a una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, quien en febrero instruyó al Departamento del Tesoro a cesar su producción por considerarla económicamente inviable.
“Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha acuñado centavos que literalmente cuestan más de dos centavos fabricarlos. ¡Es un derroche!”, escribió el mandatario en su red social Truth Social. El Departamento del Tesoro estima que la medida permitirá ahorrar cerca de 56 millones de dólares anuales en materiales.
Una moneda con historia, pero sin utilidad
El centavo comenzó a acuñarse en 1793, un año después de la aprobación de la Ley de Acuñación por el Congreso. En sus primeros años, bastaba para comprar una vela, una galleta o un caramelo. Hoy, sin embargo, su uso es marginal y muchos terminan almacenados en frascos, cajones o colecciones personales.
Actualmente, se estima que hay más de 114.000 millones de centavos en circulación o almacenados. Aunque dejarán de producirse, seguirán siendo válidos como medio de pago hasta que desaparezcan gradualmente de la economía. Comercios y bancos ya han comenzado a racionar su uso, y algunos establecimientos han optado por redondear precios o incentivar a los clientes a traer cambio exacto.
Jeff Lenard, portavoz de la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia, expresó su preocupación por la falta de directrices oficiales: “Hemos estado abogando por la abolición del centavo durante 30 años. Pero este no es el camino que queríamos”.
Comparación de costos y futuro del efectivo
El costo de producción de un centavo supera los dos centavos, mientras que el níquel cuesta alrededor de 14 centavos. En contraste, fabricar una moneda de 10 centavos cuesta menos de seis centavos, y una de 25 centavos, cerca de 15. A pesar de su bajo valor, el centavo representó la mitad de todas las monedas acuñadas en Filadelfia y Denver durante el último siglo.
La eliminación de esta moneda plantea nuevos desafíos para el comercio minorista, especialmente en transacciones en efectivo, donde el redondeo se convertirá en práctica habitual. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el tesorero, Brandon Beach, asistirán a la ceremonia de cierre en Filadelfia, donde se imprimirá la última tanda de centavos.
Con información de Telemundo51

