Fin del cierre, inicio del orden: El Estado se reactiva

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Simplemente no me voy a ir - miaminews24
Foto: El rincón histórico | Simplemente no me voy a ir: la frase de Trump tras perder las elecciones

La noche del miércoles, el presidente Donald J. Trump estampó su firma en el proyecto de ley que pone fin al cierre gubernamental más largo en la historia de Estados Unidos. Con ello, no solo se reactivan las operaciones del gobierno federal, sino que se reafirma el liderazgo republicano en momentos de tensión institucional. La reapertura marca el inicio de una nueva etapa: la reconstrucción de la confianza, la eficiencia y la disciplina fiscal.

Por: Vanessa Rodriguez / MiamiNews24

El cierre, que se extendió por 43 días, fue el resultado de un prolongado estancamiento legislativo. Sin embargo, fue también una demostración del compromiso del presidente Trump con la responsabilidad presupuestaria. “No cederemos ante la extorsión”, declaró desde el Despacho Oval, en referencia a las presiones de sectores demócratas que, según la Casa Blanca, intentaron condicionar la financiación del gobierno a demandas ideológicas.

Una reapertura con prioridades claras

El paquete de financiación aprobado por el Congreso —con apoyo clave de senadores demócratas moderados que rompieron filas— garantiza el funcionamiento del gobierno hasta el 30 de enero de 2026. Pero más allá del alivio inmediato, la reapertura viene acompañada de una hoja de ruta clara: restaurar servicios esenciales, pagar salarios atrasados y reactivar programas estratégicos que estuvieron congelados durante la parálisis.

Entre los primeros en volver a operar están los servicios de control aéreo y seguridad en aeropuertos, que habían sufrido una reducción crítica de personal. Desde esta mañana, la Administración Federal de Aviación (FAA) y la TSA han comenzado a reincorporar a miles de empleados, lo que permitirá normalizar el tráfico aéreo nacional e internacional en los próximos días.

También se reanudan los programas de asistencia alimentaria, como el SNAP (Supplemental Nutrition Assistance Program), que había entrado en modo de contingencia. El Departamento de Agricultura confirmó que los fondos ya están siendo liberados para garantizar la continuidad del suministro a millones de familias.

En el frente económico, el Departamento del Tesoro y la Oficina de Análisis Económico reactivan la publicación de indicadores clave que habían sido suspendidos, como los informes de empleo, inflación y crecimiento. “El cierre no solo bloqueó el gasto, también oscureció el panorama económico. Ahora, la luz vuelve”, afirmó Stephen Innes, analista de SPI Asset Management.

Trump capitaliza el momento*

La reapertura representa una victoria política para el presidente Trump, quien logró mantener la cohesión republicana en la Cámara de Representantes y forzar un acuerdo sin ceder en los puntos más sensibles. El mandatario ha reiterado que su prioridad es “eliminar el despilfarro” del presupuesto federal, y la reapertura se da bajo nuevas condiciones de control fiscal.

Uno de los puntos más celebrados por los republicanos es la inclusión de una cláusula que obliga al Congreso a votar en diciembre sobre la expiración de los subsidios de Obamacare. Aunque la medida fue criticada por la oposición, representa un paso estratégico hacia la reforma del sistema de salud, una de las banderas históricas del Partido Republicano.

Además, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha prometido avanzar con una agenda legislativa que incluye la revisión de los archivos del caso Epstein, la aprobación del proyecto agrícola y la renovación de créditos energéticos antes del 30 de enero.

El regreso de los trabajadores federales

Más de 650.000 empleados públicos que habían sido suspendidos sin sueldo durante el cierre comenzaron a recibir notificaciones de reincorporación. El Departamento de Servicios Humanos y Salud (HHS), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Servicio de Parques Nacionales ya han reactivado operaciones.

En paralelo, el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han retomado sus funciones completas, incluyendo programas de vigilancia fronteriza y ciberseguridad que habían operado con personal mínimo.

Un mensaje de resiliencia

La reapertura del gobierno no solo restablece la operatividad institucional, sino que envía un mensaje de resiliencia y liderazgo. “Este cierre fue una prueba de fuego. Y la superamos con firmeza, sin comprometer nuestros principios”, declaró el senador republicano John Thune.

Mientras tanto, la Casa Blanca ha iniciado una campaña de comunicación para explicar a los ciudadanos los beneficios del acuerdo alcanzado y reforzar la narrativa de eficiencia y responsabilidad fiscal. En palabras del propio Trump: “Cada centavo cuenta. Y este gobierno está comprometido con cada contribuyente”.

Con el gobierno nuevamente en marcha, el Partido Republicano se prepara para una recta final legislativa intensa, con la mirada puesta en consolidar su agenda y proyectar fortaleza de cara a los próximos desafíos políticos y económicos.