El fiscal general de Florida, James Uthmeier, solicitó al Departamento de Justicia una intervención inmediata para frenar las regulaciones energéticas de California, en un movimiento que intensifica la disputa ideológica entre ambos estados.
Desde Tallahassee, Uthmeier calificó las normas ambientales de California como una extralimitación inconstitucional que invade la autoridad del Congreso y somete a la economía nacional a los dictados de Sacramento. Según el escrito, el peso económico del “Estado Dorado” obliga a fabricantes y corporaciones energéticas a adoptar sus estándares, lo que limita la capacidad de otros estados para definir sus propias políticas.
El fiscal general describió esta dinámica como un “imperialismo regulatorio inaceptable” y advirtió que bloquear las medidas californianas es vital para reducir costos al consumidor y proteger empleos en la industria tradicional.
Alcance de la demanda
La acción legal identifica cuatro pilares:
- Mandatos de divulgación de emisiones corporativas.
- Prohibición de venta de vehículos de combustión interna.
- Litigios climáticos municipales.
- Creación de un “Superfondo Climático”.
Florida sostiene que estas medidas no son simples protecciones ambientales locales, sino herramientas económicas que penalizan a industrias fuera de la jurisdicción californiana.
Disputa política
El caso refleja el antagonismo entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y su homólogo californiano, Gavin Newsom, quienes han convertido sus estados en laboratorios de políticas opuestas. Mientras DeSantis impulsa la desregulación y combate las políticas ESG, Newsom defiende a California como bastión de justicia climática.
Analistas interpretan la movida de Uthmeier —ex jefe de gabinete de DeSantis— como un intento de alinear a Florida con la Casa Blanca para contrarrestar el modelo de autonomía estatal promovido por Newsom.
De prosperar la solicitud, el conflicto podría llegar a la Corte Suprema, donde se definiría no solo el futuro de la política climática en Estados Unidos, sino también un nuevo capítulo en la confrontación entre los modelos de gestión de DeSantis y Newsom.
Con información de DLA

