Trump ordena revisión de casos de refugiados afganos tras emboscada en D.C.

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El sospechoso de herir a dos miembros de la Guardia Nacional en una emboscada cerca de la Casa Blanca fue identificado como Rahmanullah Lakanwal, ciudadano afgano de 29 años que trabajó durante una década con las fuerzas estadounidenses en Afganistán antes de ser evacuado a Estados Unidos en agosto de 2021.

Medios locales como NBC News citaron a un familiar y a funcionarios policiales para confirmar su identidad, mientras que Fox News, con base en declaraciones del director de la CIA, John Ratcliffe, señaló que Lakanwal colaboró con varias agencias del gobierno estadounidense, incluidos los servicios de inteligencia. CNN agregó que el sospechoso solicitó asilo en 2024 y lo obtuvo a principios de este año.

El ataque

El tiroteo ocurrió la tarde del miércoles en pleno centro de Washington, donde cientos de agentes de la Guardia Nacional patrullan desde agosto por orden del presidente Donald Trump, pese a la oposición de autoridades locales demócratas.

Según el jefe adjunto de la policía capitalina, Jeffery Carroll, el atacante “dobló la esquina, levantó un arma de fuego y disparó contra los miembros de la Guardia Nacional”, hiriendo a ambos militares y resultando también lesionado en el intercambio de disparos.

El director del FBI, Kash Patel, calificó el hecho como “un acto de maldad, un acto de odio y un acto de terror”, y lo describió como “un crimen contra toda nuestra nación”.

Reacciones políticas y medidas inmediatas

En un mensaje en video, Trump vinculó el ataque con las evacuaciones de afganos en 2021, a las que llamó “vuelos infames”, y aseguró que su política de expulsión de migrantes irregulares recibirá un nuevo impulso. El mandatario subrayó la conexión entre tres temas sensibles: el uso del ejército en el país, la inmigración y el legado de la guerra en Afganistán.

Poco después, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunció la suspensión indefinida del procesamiento de solicitudes migratorias de ciudadanos afganos, en espera de una revisión de protocolos de seguridad.

Organizaciones como AfghanEvac advirtieron que “un acto aislado y violento no debe ser usado como excusa para definir o menospreciar a toda una comunidad”.

Escenas de caos en la capital

Testigos relataron momentos de pánico en las inmediaciones de Farragut Square, a dos cuadras de la Casa Blanca. Angela Perry, agente de seguridad de 42 años, contó que escuchó varios disparos mientras estaba en su auto con sus hijos: “Podías ver a los miembros de la Guardia Nacional corriendo hacia el metro con sus armas desenfundadas”.

Periodistas de AFP observaron a una persona vestida de uniforme militar siendo evacuada en camilla, mientras helicópteros sobrevolaban la zona y oficiales armados acordonaban el perímetro.

Refuerzo militar

Tras el ataque, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció el despliegue de 500 soldados adicionales de la Guardia Nacional, elevando a 2.500 el número de efectivos en la capital. La medida se produce apenas días después de que un juez federal dictaminara que el despliegue ordenado por Trump era ilegal.