La Reserva Federal (Fed) llega a su última reunión del año en medio de fuertes divisiones internas y bajo la presión de un 2025 turbulento, marcado por la tensión entre inflación y empleo, así como por los ataques del presidente Donald Trump contra su independencia.
Se espera ampliamente que el banco central anuncie este miércoles un tercer recorte consecutivo de su tasa de interés, de un cuarto de punto porcentual, lo que la ubicaría en un rango de entre 3,5 % y 3,75 %. La medida busca apoyar al mercado laboral, que ha mostrado señales de debilitamiento en la segunda mitad del año, aunque los aranceles impulsados por la Casa Blanca elevaron las expectativas de inflación.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) llegan divididos: algunos prefieren mantener la tasa estable, mientras otros abogan por nuevas rebajas. La fractura se acentuó en julio, cuando un aliado de Trump en la junta defendió recortes más agresivos que los aprobados por la mayoría.
Los analistas anticipan que el empleo volverá a primar en la decisión, pese a la incertidumbre por la falta de datos oficiales debido al prolongado cierre del gobierno federal. El último informe disponible, de septiembre, mostró la creación de 119.000 empleos, impulsados por los sectores de salud y hospitalidad, mientras que transporte, manufactura y el propio gobierno federal registraron pérdidas.
El debate se produce en un contexto político complejo. Trump ha criticado repetidamente a Powell por no recortar las tasas al ritmo que desea y ha amenazado con destituirlo. El mandato de Powell concluye en mayo de 2026, y el presidente adelantó que su sucesor deberá comprometerse con tasas más bajas.
La Corte Suprema también tendrá un papel clave el próximo año, al revisar el intento de Trump de remover a la gobernadora Lisa Cook, en un caso que podría definir los límites de la independencia de la Fed.
Con un mercado laboral frágil y presiones inflacionarias aún presentes, la decisión de la Fed marcará el cierre de un año de tensiones y abrirá un 2026 en el que la política monetaria estará bajo intenso escrutinio político y social.
Con información de Univisión