El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dejó claro este lunes que las conversaciones con emisarios de la Casa Blanca en Berlín no cambian lo esencial: Kiev no aceptará ceder más territorio del que ya ha perdido en el campo de batalla.
“Es importante que nuestros socios estadounidenses me han entendido muy claramente”, subrayó, tras reunirse por segunda vez en dos días con Steve Witkoff y Jared Kushner, enviados de Washington.
Moscú quiere más de lo que controla
Entre las exigencias rusas figura retener no solo las zonas ocupadas, sino también partes del Donbás que el Ejército de Putin ni siquiera ha conquistado. Para Zelensky, esa demanda es una línea infranqueable.
El mandatario reconoció “progresos” en el documento de trabajo con Estados Unidos, aunque insistió en que las posiciones sobre los territorios siguen siendo incompatibles. “EEUU no está pidiendo a Kiev que ceda territorio”, recalcó, dejando claro que el papel de Washington es trasladar demandas rusas y escuchar la postura ucraniana.
Las reuniones en Berlín coincidieron con una intensa agenda diplomática: encuentro con el canciller alemán Friedrich Merz, cita con líderes europeos y representantes de la OTAN, y un foro económico donde Zelensky calificó los contactos como “productivos, aunque no fáciles”.
La resistencia como argumento
“El pueblo ucraniano es lo que detuvo a Rusia”, afirmó, reivindicando la resistencia social como motor de la diplomacia. Las negociaciones seguirán en los próximos días, aunque Zelensky viajará a Países Bajos.
Desde Kiev, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Rustem Umerov, respaldó la evaluación presidencial: “Se han logrado avances reales”. Y pidió cautela: “No caigan en rumores y provocaciones”.

