Jimmy Kimmel volvió a su programa nocturno en ABC con un monólogo cargado de reflexión y autocrítica, tras la polémica que rodeó sus comentarios sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. En su regreso, el comediante ofreció una disculpa pública, reconociendo que sus palabras pudieron haber sido malinterpretadas y que nunca fue su intención restarle importancia a la tragedia.
“Nunca fue mi intención minimizar el asesinato de un hombre joven”, expresó Kimmel con tono serio. “No quise culpar a ningún grupo específico por las acciones de un individuo profundamente perturbado, era precisamente lo opuesto lo que intentaba”. También elogió a Erika, la viuda de Kirk, por su gesto de perdón durante el funeral, calificándolo como un acto de valentía y compasión.
El comediante aprovechó su regreso para defender la libertad de expresión y denunciar presiones políticas que, según él, afectaron la continuidad de su programa.
Aunque el presidente Donald Trump reaccionó con críticas y expresó su desacuerdo con la reincorporación del show, Kimmel insistió en que “vivir en un país donde se permite hacer un programa como este” es lo que realmente importa. Su regreso fue seguido por millones de espectadores, en medio de un clima de debate sobre los límites del humor y el respeto en el espacio público.
Con información de La Vanguardia

