Trump vs. Congreso: El cierre que paraliza Washington

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Estados Unidos amaneció este 1 de octubre en medio de un cierre parcial del Gobierno federal, tras fracasar el plazo límite para aprobar el presupuesto. Aunque por ahora afecta servicios “no esenciales”, el impasse amenaza con escalar hacia despidos masivos, recortes estructurales y una paralización más profunda de la Administración.

El detonante: el desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre la extensión de beneficios de salud para millones de ciudadanos. Mientras los demócratas condicionan su apoyo al presupuesto a mantener esos beneficios, los conservadores insisten en tratar el tema por separado.

Este es el primer cierre gubernamental en siete años y el decimoquinto desde 1981. El último, en 2018-2019, duró 35 días y también ocurrió bajo el mandato de Donald Trump, entonces por una disputa sobre inmigración.

¿Qué cierra y qué sigue funcionando?

  • Se estima que unos 750.000 empleados federales serán suspendidos, y algunos podrían ser despedidos.
  • Medicare y Medicaid seguirán operando, aunque con posibles retrasos.
  • El Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional mantendrán sus funciones.
  • Los museos Smithsonian permanecerán abiertos hasta el lunes 6 de octubre.
  • Parques nacionales podrían cerrar por falta de personal, según exsuperintendentes.

La Oficina de Administración y Presupuesto, dirigida por Russ Vought, ordenó a las agencias preparar no solo licencias sin goce de sueldo, sino también despidos masivos. La Administración Trump ha advertido que podría ejecutar “acciones irreversibles” como represalia, recortando programas clave para los demócratas.

¿Qué está en juego?

El cierre afecta pagos de prestaciones, contratos laborales y servicios públicos. Mientras tanto, la agenda de deportaciones sigue avanzando, y sectores como educación y medio ambiente enfrentan recortes.

Rachel Snyderman, exfuncionaria de presupuesto de la Casa Blanca, advirtió: “Los cierres solo generan costos económicos, miedo y confusión en todo el país”.

Aunque los mercados suelen resistir estos cierres, Goldman Sachs advierte que este podría ser diferente, dada la falta de negociaciones reales entre el Congreso y la Casa Blanca.

¿Hay salida?

Por ahora, no. El proyecto de ley temporal aprobado por los republicanos para extender el funcionamiento del Gobierno hasta noviembre fracasó en el Senado. También lo hizo la propuesta demócrata.

Con una mayoría republicana de 53-47, los demócratas exigen negociar. El líder del Senado, John Thune, afirma que hay disposición al diálogo, pero no hay avances concretos.

El presupuesto en juego asciende a 1,7 billones de dólares, una cuarta parte del total de 7 billones. El resto se destina a salud, jubilación e intereses de la deuda, que ya supera los 37,5 billones.

Analistas advierten que este cierre podría ser más largo que los anteriores. Trump ha prometido expulsar a 300.000 empleados federales antes de diciembre, y el cierre podría ser el vehículo para acelerar esa meta.

Con información de France24