El presidente estadounidense Donald J. Trump anunció este jueves que prepara recortes permanentes en agencias federales, tras el cierre administrativo provocado por el bloqueo presupuestario en el Congreso. La medida afectaría miles de millones de dólares en fondos destinados a estados gobernados por la oposición demócrata.
En su red Truth Social, Trump informó sobre una reunión con Russell Vought, director de la Oficina de Presupuesto, para definir qué agencias serán recortadas. “La mayoría son una estafa política”, escribió, y agregó que los recortes podrían ser temporales o definitivos.
El cierre parcial del gobierno comenzó el 1 de octubre, dejando sin sueldo provisional a unos 750.000 empleados federales. Los republicanos culpan a los demócratas por el impasse, acusándolos de querer reinstaurar el nivel de gasto público de la era Biden, especialmente en salud y programas sociales.
Trump celebró el bloqueo como una “oportunidad sin precedentes” para reducir el tamaño del Estado. “No puedo creer que los demócratas de extrema izquierda me hayan dado esta oportunidad”, escribió, en referencia a líderes como Hakeem Jeffries y Chuck Schumer.
El Senado, donde los republicanos cuentan con 53 escaños, necesita 60 votos para aprobar una extensión presupuestaria hasta el 21 de noviembre. En la última votación, cuatro demócratas se sumaron a la mayoría republicana, mientras que el senador Rand Paul votó en contra por razones fiscales.
Los recortes apuntan especialmente a bastiones demócratas como Nueva York y California. El Departamento de Energía anunció la cancelación de 321 subvenciones para 223 proyectos, lo que representaría un ahorro de 7.560 millones de dólares. También se suspendieron 1.200 millones en fondos para proyectos de hidrógeno en California.
El director de presupuesto, Vought, calificó los proyectos como parte de la “Nueva Estafa Verde” y criticó su enfoque ideológico. Los republicanos también cuestionan contrataciones previas del gobierno Biden basadas en criterios de diversidad racial y de género.
Este es el primer cierre administrativo desde 2019, cuando se registró el más largo en la historia, con 35 días de duración. Asociaciones de aviación y controladores de tráfico aéreo han advertido sobre riesgos de seguridad y retrasos en vuelos si el bloqueo persiste.