El exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, anunció este miércoles su renuncia a la junta directiva de OpenAI, en medio de una investigación sobre su relación con el depredador sexual convicto Jeffrey Epstein.
Summers, también ex economista jefe del Banco Mundial y expresidente de la Universidad de Harvard, reconoció que su decisión responde a la publicación de miles de correos electrónicos que revelan correspondencia con Epstein entre 2013 y 2019. En esos mensajes, el economista pedía consejo sobre asuntos personales y realizaba comentarios sexistas, según documentos difundidos por un comité de la Cámara de Representantes.
“En consonancia con mi anuncio de retirarme de mis compromisos públicos, también he decidido dimitir de la junta directiva de OpenAI. Estoy agradecido por la oportunidad de haber prestado mis servicios, entusiasmado con el potencial de la empresa y deseoso de seguir sus progresos”, señaló Summers en un comunicado.
El caso Epstein y sus repercusiones políticas
La publicación de más de 20.000 documentos relacionados con Epstein ha tenido un fuerte impacto en la élite estadounidense. Según los archivos, Epstein aseguró en 2018 que el presidente Donald Trump conocía sus abusos, aunque no participó en ellos. Tras meses de oposición, Trump anunció el domingo que apoyaba la desclasificación de todos los archivos, lo que permitió al Congreso aprobar la legislación casi por unanimidad.
En paralelo, el mandatario ordenó al Departamento de Justicia y al FBI investigar las conexiones de Epstein con figuras demócratas, entre ellas el expresidente Bill Clinton y otros altos perfiles vinculados a su partido.
Reacciones institucionales
La Universidad de Harvard informó que abrirá una investigación sobre las conexiones de Summers con Epstein, mientras que el propio economista declaró que se retirará de todos sus compromisos públicos para “reconstruir la confianza y reparar las relaciones con las personas más cercanas”.
La dimisión de Summers de OpenAI refleja cómo las revelaciones sobre Epstein continúan generando consecuencias en los ámbitos político, académico y empresarial de Estados Unidos. El caso, aún en desarrollo, mantiene bajo presión a figuras de alto perfil y refuerza el debate sobre transparencia y responsabilidad en las instituciones.