El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, abordó en una entrevista con Sean Hannity temas relacionados con seguridad nacional, fenómenos aéreos no identificados y el proceso de admisión de nacionales afganos tras la retirada de tropas de ese país.
Fenómenos aéreos y documental
Rubio fue consultado sobre el documental The Age of Disclosure, que recoge testimonios sobre objetos voladores en espacios aéreos restringidos. El funcionario aclaró que sus declaraciones incluidas en la producción corresponden a entrevistas realizadas hace varios años, cuando aún era senador.
El secretario explicó que se trataba de relatos de pilotos navales, generales y altos oficiales que aseguraban la existencia de programas desconocidos incluso para presidentes. “No tengo conocimiento directo de esos hechos, pero sí hemos recibido testimonios de personas con altos cargos en el gobierno”, señaló.
Rubio advirtió que lo que más le preocupa es que adversarios extranjeros puedan haber desarrollado capacidades asimétricas de vigilancia, como drones o globos, que escapan a los sistemas tradicionales de defensa. “Cuando NORAD ajustó sus radares, aparecieron múltiples globos; algunos eran inocuos, otros chinos. Nunca habíamos buscado globos porque nuestros radares no estaban preparados para eso”, dijo.
Ingreso de afganos y riesgos de radicalización
El secretario también se refirió al proceso de admisión de afganos tras la retirada de Estados Unidos. Recordó que se recibieron unas 76.000 personas, de las cuales más de 5.000 no debieron haber ingresado según los registros, y que actualmente 886 permanecen en el país sin localización precisa.
Rubio explicó que desde el inicio de su gestión se ha ralentizado el proceso de admisión para reforzar la revisión de antecedentes, aunque reconoció las limitaciones de la verificación en países con escasa documentación y presencia del Talibán.
“El problema es que no existe un sistema de vetting perfecto. Se puede revisar el pasado de alguien, pero no se puede prever lo que hará en el futuro”, afirmó. Añadió que algunos inmigrantes, incluso sin historial de radicalización, pueden ser vulnerables a propaganda extremista una vez en Estados Unidos.
Rubio concluyó que permitir la entrada masiva de personas desde cualquier parte del mundo conlleva riesgos inevitables: “Si tomas 100.000 personas de cualquier país, siempre habrá un porcentaje que se convierta en criminales o potenciales terroristas. Ese riesgo aumenta cuando provienen de lugares donde operan movimientos terroristas activos”.

