Mujer vivió dos años en la cima de un árbol para evitar que lo talaran

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Julia “Butterfly” Hill, activista medioambiental, es una mujer que vivió 736 días en una secuoya milenaria (árbol gigante) de más de 1.500 años con tal de que no lo talaran.

Esta mujer se ofreció de voluntaria pensando en que sólo tendría que estar subida al árbol unas dos semanas, tal vez un mes, lo que no sabía es que estaría 2 años en el. Literalmente vivió dentro de la secuoya.

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La impresionante protesta de dos años de Julia atrajo la atención a lo largo de todo Estados Unidos y más allá. Le dedicaron varias canciones.

El refugio de Julia consistía de una plataforma de dos metros por uno y medio, cubierto de una lona de plástico.

El 18 de diciembre de 1999, la protesta de Julia finalmente terminó. Se había llegado a un acuerdo con la compañía maderera.

Julia y los otros activistas habían logrado recaudar US$50.000 y efectivamente pagaron a la maderera para rescatar el árbol y un área aledaña de unos 12.000 metros cuadrados.

La mujer que vivió dos años en un árbol le puso fin a su hazaña

Sólo aceptó ponerle fin a su increíble protesta y bajar del árbol después de ganar su batalla para protegerlo, así como el área que lo rodeaba.

Varios activistas han ocupado árboles, pero se cree que la protesta de Julia es la que más ha durado.

“Creo que a quien quiera talar un árbol de estos debería ordenársele vivir en él durante dos años”, dijo al programa Witness del Servicio Mundial de la BBC sobre su hazaña.

Las secuoyas son árboles monumentales, oriundos de California, Estados Unidos..

Pueden crecer hasta alcanzar los 75 metros de altura, tener troncos de nueve metros de diámetro y vivir miles de años.

“Cuando llegué a California por primera vez y entré en el primer bosque ancestral, quedé muy conmovida e impactada por lo bellos y sagrados que son y se sienten”, comentó Julia a la BBC.

Desafortunadamente, desde la colonización del territorio californiano por culturas occidentales, la continua tala de este recurso natural diezmó los bosques.

“Al inicio de mi activismo, tomé conciencia de que el 97% de los bosques de estas secuoyas milenarias ya se había destruido”, explicó.

En California se inició una forma de protesta a finales de los 70 conocida como la ocupación de árboles, viviendo en ellos para protegerlos de la tala.

Redacción MiamiNews24 – Alexis Monasterios –  con información de BBC