Contra viento y marea el presidente Donald Trump defiende su declaración de emergencia nacional en la frontera con México y se prepara para afrontar una larga batalla que se abre por varios frentes, incluyendo el Congreso, específicamente la Cámara de Representantes donde los demócratas ostentan la mayoría.
Trump pidió al fiscal general William Pelham Barr preparar la defensa de la disposición presidencial, ante la avalancha de demandas, así como a los líderes republicanos legisladores afrontar la oposición de los demócratas en el Congreso.
Siguiendo esta pauta, una coalición de 16 fiscales generales estatales, liderado por California y Nueva York, presentó una demanda para bloquear la aplicación de dicha emergencia nacional.
Para hacer frente a la decisión del mandatario estadounidense, los demócratas pretenden unir al Congreso bajo una resolución que condene la declaración de Trump, como ya hizo la coalición de fiscales generales estatales.
Con la declaración de emergencia nacional, el Presidente procura obtener fondos adicionales, a los que recibió del Congreso, para construir el muro que prometió durante la campaña presidencial.
No obstante, la agrupación política de los demócratas considera que la declaración de emergencia “es innecesaria” y que “socava la separación de poderes de la nación”, por lo que presentó una resolución para detener el llamado presidencial.
«Esta resolución da la oportunidad al Congreso de votar para poner fin a la declaración de emergencia nacional «, señaló el legislador demócrata Joaquín Castro, autor del documento, de acuerdo al reporte de la agencia de noticias EFE.
De hecho, la propuesta, que cuenta con el apoyo de la presidenta de la Cámara Baja, la también demócrata Nancy Pelosi, será votada durante el transcurso de la semana.
Según ambos legisladores, la resolución ya contaba con los votos necesarios para ser aprobada, “prácticamente todos los votos demócratas y un republicano, el representante Justin Amash”, de Michigan.
Largo camino
Aun así, con pronunciada mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas necesitarán conseguir los votos de cuatro senadores republicanos que apoyen la iniciativa. Si no, la medida moriría en el pleno de la Cámara Alta.
Con todo, Trump tiene el poder de vetar la resolución. Entonces, solo la suma de dos tercios de ambas cámaras podría invalidar la denegación del Presidente, lo que se anticipa que sea prácticamente imposible.
«La declaración de emergencia nacional socava la separación de poderes y el poder del Congreso, reservado exclusivamente por la Constitución a la rama legislativa», criticó Pelosi, que instó a sus colegas republicanos a sumarse a la resolución.
«Esto no es un tema de partidos ni creencias, es un paso que debemos tomar para defender la Constitución», agregó la líder demócrata.
Por su parte, el congresista Castro argumentó que el Presidente “está usando la emergencia nacional para cumplir con una promesa electoral que el Congreso, con una cámara republicana antes, le negó».
La declaración de «emergencia nacional» permite a los presidentes del país acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis, y Trump la adoptó hace apenas unos días al asegurar que hay una «invasión» de drogas y criminales en la frontera con México que justifica medidas extraordinarias.
Con ese decreto, Trump podría recibir 6.600 millones de dólares procedentes de los presupuestos aprobados por el Congreso para la Secretaría de Defensa, que se sumarían a los 1.375 otorgados por el poder legislativo para construir la barrera fronteriza.
Probabilidades
La permanencia de la emergencia nacional es tan probable como su suspensión por parte de un juez federal. Los difusos límites y competencias de este tipo de orden extraordinaria están dados únicamente por el cómputo de pruebas que las sostengan y la apreciación personal de quien las examine.
“La Ley de Emergencias Nacionales fue establecida en 1976 y otorga poder al Presidente para actuar, si la aprobación del Congreso, cuando el país está amenazado por una crisis o circunstancias de emergencia», que no sean guerras o desastres naturales, señaló Charlie Anderson, profesor de ciencias políticas de George Washington University.
Para respaldar la medida, Trump sostiene que la frontera de México es «el gran conducto para la entrada en Estados Unidos de enormes cantidades de droga ilegal, heroína en particular», aseguró el Presidente, aunque la Agencia Antidroga de Estados Unidos, la DEA, asegura que las grandes cantidades de drogas llegan por los puertos.
“Creo que los jueces tienen una papa caliente en las manos”, reflexionó el profesor de ciencias políticas. “Tendrán que analizar los datos oficiales, los informes sobre el uso y traspaso de la frontera, sin tener que meterse en el engorroso trabajo de descifrar si el llamado a emergencia es la respuesta a su fracaso ante el Congreso».
En verdad, Trump no es el primer presidente que recurre a esta medida para un asunto nacional. “Obama lo hizo durante la epidemia de gripe A en 2009, al igual que George W. Bush tras el huracán Katrina en 2005”.
Inclusive Trump firmó una emergencia en 2017 para imponer sanciones ante una hipotética injerencia extranjera en elecciones futuras.
Entretanto, analistas y comentaristas aguardan por el resultado de la demanda judicial.